Las calles se llenaron de color. El color que los nazarenos de todas las cofradías y hermandades infundían a la procesión de la Patrona de Elche, la Virgen de la Asunción, al encuentro de su Hijo. El color de esos millones de Aleluyas que cortaban el viento con sus alegres vuelos. El color del día de los niños en la calle corriendo tras los papelillos de colores.
Y es que el tiempo acompañó. Tras una Semana Santa de sustos por culpa de la lluvia, amaneció un día despejado, con calor, que se prestaba a salir a la calle. Además, desde primeras horas, el viento hizo acto de presencia, algo que hizo todavía más bonita la procesión y la lluvia de Aleluyas.
Este acto daba por culminada la Semana Santa de Elche y, como dicen muchos, daba por inaugurada la Semana Santa 2010. Solo nos queda esperar que el próximo año, la lluvia no se convierta de nuevo en protagonista.